Un hombre demandó a un leñador. Demandante
y demandado se presentaron ante el juez. El demandante dijo: Señoría demando a
este leñador porque, después de vender toda la leña cortada en una jornada, no
quiere darme la parte que me corresponde. Pero si es él quien ha cortado la
leña responde el juez sorprendido, ¿qué es lo que has hecho tú para que deba
entregarte parte del dinero?. Yo lo he animado con mis gritos de aliento,
explicó el demandante. Mis gritos le han estimulado para cortar más leña de la
habitual y, por lo tanto, ha conseguido más dinero. El juez se quedó pensativo.
Unos instantes después sentenció: Es justo lo que reclama la parte demandante
leñador, dijo dirigiéndose a éste, que se había quedado estupefacto con las
primeras conclusiones del juez. Entrégame la bolsa con el dinero, pues voy a
darle lo que le corresponde al demandante. Una vez tuvo la bolsa de monedas en
la mano, el juez la agitó vigorosamente produciendo un gran ruido con las
mismas. Dijo: ya te he pagado lo que te corresponde. El leñador recibió el
sonido de tu voz y tú recibes el sonido del dinero.
Debido a la codicia, muchas personas tienden a
aprovecharse de los demás, explotarles o robarles, dando la espalda al menor
sentimiento de ética o virtud.
Desconozco al autor
Desconozco al autor
Tremendo !!!! Lo triste es que estamos frente a esta justicia ???? cariños
ResponderEliminarMuy acertado el señor juez, la paga debe ser proporcional al trabajo, ni más ni menos.
ResponderEliminarQue todo vaya bien en tu familia.
Abrazos.
Una buena parábola. Da muchísimo en qué pensar... sobre lo que nos rodea
ResponderEliminarBesos
Me encantó tu relato, CHARO.
ResponderEliminarLa codicia no es nada buena.
Espero este mucho mejor tu marido.
Un beso.
justicia donde y como es eso ??
ResponderEliminarla justicia existira cuando las personas seamos justos en nuestro modo de ver y actuar frente al otro... mientras tanto la justicia como tal es tan efimero y tan triste decirlo amiga charo
un saludo enorme
La codicia, ese mal que atrapa a muchas personas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Charo.
ResponderEliminarMe encanto por la historia y por la sabia decisión.
Paso como con el ruido de los trenes
" poco peso poca plata..... poco peso poca plata..... poco peso poca plata....."
Gran abrazo.
Por eso es que el juez, reparte justicia...
ResponderEliminarUna gran reflexión
Besote guapa
Un buen juez del que dio lo justo por el esfuerzo realizado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si todos los jueces fueran igual que este..... Un beso
ResponderEliminarLos jueces son los justicieros pero a veces hacen justicia a gusto del consumidor ,,,jajaja los hay
ResponderEliminargracias preciosa por tu comentario ...y solo escribo y mucho y me gusta al amor...besos
Si la mayoria de nuestros jueces fueran de esa forma,otro gallo cantaria
ResponderEliminarJajaja... Muy bueno, este juez si que ha sido justo! Muy buena la historia. Besos.
ResponderEliminarMe ha encantado este relato y Charo, un buen ejemplo para reflexionar...en caso de necesitarlo, yo quiero un juez así, jeje!...
ResponderEliminarQue tengas una linda noche.
Un fuerte abrazo.
hola!!! he llegado a tu blog de casualidad!! me ha encantado lo veo muy completo, y me quedo para seguirte! te invito a que visites el mio y si te gusta te quedes! un besote enorme!!
ResponderEliminarhttp://pitufinisima.blogspot.com.es/
Es una pena pero es así, hay gente para todo.
ResponderEliminarPaso a desearte un buen fin de semana mientras disfruto de tus profundas y bellas letras. Aqui nos regalas una verdad más grande que el poder y la sabiduría del Reinado Salomónico
ResponderEliminarGracias por tenerme en tu recuerdo.
Un abrazo.
Ambar
Que chulo el relato, ademas es un gran verdad lamentablemdnte existe gente que es así menos mal que siempre hay gente honrada y justa. He descubierto tu blog por casualidad gracias al de Abril Sampere. Me quedo por aqui como seguidora. Estaria encantada decrecibir tu visita dn mi blog, espero que te guste. Un besazo
ResponderEliminarpaso a saludarte que Dios te bendiga y que exista la justicia ??
ResponderEliminarCharo Muy bueno este relato Saludos
ResponderEliminarGracias por compartir tan esplendido relato que hace pensar, saludos.
ResponderEliminarActualmente la mayoria de nlñas,no quieren muñecas,solo quieren un tablet
ResponderEliminarJajajaja, Charo querida
ResponderEliminarEse sí que ha sido un sabio y un excelente Juez. Y la moraleja derivada hay que aplicarla a diario. No podemos aprovecharnos de los más débiles socialmente. Muchas gracias.
Deseo que pases un maravilloso fin de semana, un abrazo lleno de alegría
¡Genial! Ojala los jueces de hoy en día, se comportasen de modo similar, pero, jajaja...¡No nos caera esa breva!
ResponderEliminarQue tengais un hermoso fin de semana querida amiga.
Besicos.
Hola Charo, el juez actuó adecuadamente y cada uno recibió lo que se merecía, ojala en la actualidad los jueces fuesen así de buenos y no como están actuando que da vergüenza ajena.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Charo, Buenos días.
ResponderEliminarTe comparto el enlace de la Rima Jotabé para que veas como es la manera de escribirlos y puedas hacer algunos.
http://www.juan-benito.com/documentacion_formal.htm
Un abrazo.
Muy bueno Charo. En todos los ordenes de la vida hay vivillos que quieren aprovecharse de los demás con cualquier pretexto...
ResponderEliminarUn cariño.
Rosa
La verdad que está genial...me ha gustado mucho...te mando un besazo desde Murcia...una buena lección...
ResponderEliminarLa verdad que está genial...me ha gustado mucho...te mando un besazo desde Murcia...una buena lección...
ResponderEliminarBueno Charo no me esperaba ese final pero es el mejor y yo también te mando besicos desde Murcia.
ResponderEliminarAlgunos jueces dan vergüenza ajena.
ResponderEliminarUn beso querida Charo.
Amiga Charo,dejemos volar a nuestras fantasias,ellas nos pueden ayudar en nuestras decadencias
ResponderEliminarMe parece fantástica la resolución de un problema que no lo era. Eso sí que es un juez y no lo que tenemos ahora…
ResponderEliminarme encanta este tipo de historias, me abuela me contaba mucho, y es muy cierto ay gente que se aprovecha del trabajo de los demas y encima sale triunfador, un besazo
ResponderEliminarEs increíble como la gente quiere aprovecharse del trabajo de los demás. Las palabras se las lleva el viento, lo importante son los hechos. Lástima que en la vida real los jueces no actúen con esa humanidad. Estoy pensando en esa abuela Josefa de Fuerteventura...
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Me dejaste pensando. Gracias por compartir la historia.
ResponderEliminarDavid
Amiga Charo,el mar o la montaña son lugares para poder disfrurar de la naturaleza,aunque toda España ´es digna de admirar
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muy buen juez pues no solamente fue justo sino también muy listo...Como los que tenemos ahora.
ResponderEliminarSea quien fuese el autor, está muy bien pensado.
Un beso
Querida Charo.
ResponderEliminarMe es muy grato pasar por tu regio blog.
Un abrazo
Estaré por fuera un mes sin mucho internet. O sea que si no publico en tu blog por favor discúlpame que con gusto lo haré a mi regreso. Un abrazo.
ResponderEliminarEsta si es la justicia igual para todos, no la que tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que mal me sientan las personas que se aprovechan de otros, aunque no conozcas el autor, yo te agradezco que lo hayas traído hasta tu blog porque me encanta leer historias que me enseñan algo. Un besazo.
ResponderEliminarAmiga Charo,tener fantasia,nos puede ayudar a pensar menos en otras cosas
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminar¡Estas estupenda de juez! Una sentencia ejemplar.
Besos.