domingo, 8 de noviembre de 2009

MIS ANÉCDOTAS 6


En mi viaje a Extremadura hice una excursión a Granadilla, recorriendo sus calles me encontré lo que me pareció una chumbera (solamente las había visto en fotos) llena de higos y cómo yo nunca había comido dicha fruta pues me apeteció probarla así que ni corta ni perezosa me dediqué a tocar varios de los higos hasta encontrar uno que me pareció el más maduro, lo cogí, a pesar de que vi que tenía unos pinchos muy pequeños, y me dediqué a pelarlo con las manos, a continuación me lo comí y de verdad que estaba delicioso lo malo que las manos me empezaron a pinchar y vi que tenía cantidad de pinchos clavados, aparte de eso me empezó a entrar una especie de angustia por si me había comido algo tóxico, en eso estaba cuando me encontré con dos señores de la zona y les pregunté si esa planta era una chumbera a lo que me contestaron que si y que tuviera cuidado porque tenía muchos pinches (lo de ser chumbera me tranquilizó por lo del fruto comido que ya no era tóxico) a lo que yo les repliqué: no ya no tiene ninguno están todos en mis manos y se las enseñé contándoles cómo había cogido y comido uno de los frutos y ellos me dijeron que eso no se hacía así, había que pelarlos con cuchillo y tenedor sin tocarlos para nada. Me dirigí a una tienda y me compré una pinza de depilar y estuve mucho rato entretenida sacándome los pinchos pero mi marido no se conformó con esto y entró a una farmacia para ver si tenían alguna crema que los sacara, el farmaceútico le dijo que no había nada para sacarlos que lo mejor era lo de la pinza y que me pusiera al sol, mi marido extrañado le preguntó el porqué lo del sol y la respuesta fue: pues para que los vea bien que son muy pequeños...................esto a mí me hizo mucha gracia. Estuve varios días con las fastidiosos pinchos molestando y os puedo asegurar que no volveré a coger con las manos un higo chumbo por mucho que me gusten..................usaré guantes fuertes y me los comeré cómo me dijeron los dos señores de Granadilla: con cuchillo y tenedor.

2 comentarios:

  1. Hola Charo: Me tienes que perdonar pero me he reido con tu anecdota, y con la recomendación del farmaceutico de que se pusiera al sol.
    Bueno ya sabes una cosa más que nunca biene mal.
    Un fuerte abrazo y recuerdos a tu marido ¿que tal maneja las pinzas?

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  2. jajaja... buenísimo. Las espinas salen más fácil si te lavás bien la zona con abundante jabón en pan blanco de lavar la ropa. Darle y darle. A mi me pasó algo parecido, pero no tanto pues me puse los guantes de cocina gruesos. Luego encontré el blog del enlace y ahí supe como se hace. Besos.

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