Llegará un
día en que la libertad no sea un sueño, en que las fronteras desaparezcan y los seres humanos seamos respetados y
encontremos en el otro a un hermano; un día en que no haya clasificación de
personas por su color, dinero o raza, ni por su poder, religión o condición
social.
Llegará un
nuevo día en que la verdad resplandezca y alumbre a todas las personas y no
necesite protección ni ser explicada; un día en que este mundo sea distinto, se
llene de verdades, sueños y proyectos y se parezca ya al reino definitivo que
estamos llamados a crear juntos.
¡Pronto
llegará un nuevo día, tu día, Señor, pues Tú eres el camino, la verdad y la
vida aunque los nuevos Pilatos sean escépticos.
SACADO DE LA HOJA PARROQUIAL DE FUENMAYOR