Encima de la mesa de un merendero infantil una monja había dejado una fuente grande con manzanas de color rojo brillante, pulposas y jugosas. Al lado de la fuente puso la siguiente nota:
“Toma
solamente una. Recuerda que Dios está mirando“.
En
el otro extremo de la mesa había otra fuente llena de galletas de chocolate
recién sacadas del horno. Al lado de la fuente, había, escrito por un niño
pequeño, un papelito que decía:
“Toma
todas las que quieras. Dios está mirando las manzanas“.
Muy bueno. Un beso
ResponderEliminarPura lógica infantil.
ResponderEliminarBesitos
Buena deducción. Ese niño ha llegado a una buena conclusión.
ResponderEliminarQue tengas una buena semana.
ResponderEliminarMuy bueno.
Muchas Gracias Charo por tus buenos deseos.
Un abrazo.