Conocí a este peregrino tan peculiar en Santiago y no dudó en posar para mi cámara, es el espíritu del apóstol que se palpa en cada rincón de la ciudad.
Esta simpática y guapa gaviota es de Combarros, ella misma me pidió que la fotografiara junto al mar y yo se la hice encantada, quedé con ella en que se la enviaría pues quería enmarcarla.
Este amigo compostelano estaba tan pensativo que ni se enteró de mi presencia por más que hice todo lo posible por llamar su atención así que cansada de que no me hiciera caso me fotografié con él y entonces reaccionó, se sorprendió al verme y despues de sonreirme volvió a su pose de pensador.
Esta preciosidad me la encontré en Ribadavia, yo quería tirar una basura a la papelera y le pedí que por favor se apartara y me dejara tirarla, me dijo con mucha calma que esperara un momento, lo aproveché para hacerle la foto.Cómo podéis apreciar a los pocos segundos de mi petición el precioso minino se levantó y apoyando las patas delanteras en una piedras del muro me dejó espacio para que yo utilizara la que consideraba su papelera ¿a que es un encanto?
CHARO
CONTINUARA
CONTINUARA
Que suerte entenderte tan bien con los animales.
ResponderEliminarQué fotos tan bonitas y oportunas, me encanta reiniciar mi andadura por tu blog. Besos
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