Siendo adolescente vivía con mis padres y mis hermanos en las casa de militares que había en el
cuartel de una ciudad de la provincia de Huesca ya que mi padre era militar .
Un día nos enteramos de que
había llegado un médico joven y guapo , decidimos conocerle así que empezamos a
frecuentar la enfermería del cuartel toda la cuadrilla para ver al guaperas con
cualquier rasguño con el pretexto de que lo curase:-))
Claro que no aspirábamos a nada más ya que nosotras éramos
demasiado jóvenes y él era ya un adulto hecho y derecho. Cómo se agotaron los
rasguños decidimos que una del grupo que tenía una pequeña verruga en la mano
la tenía que ver el médico y allí nos presentamos todas.
Claro que el galeno se debió de intuir algo ante tanta visita tonta
así que decidió cortar por lo sano (nunca mejor dicho) y nos dijo que la
verruga no tenía importancia, que no hacía falta que volviésemos y que los
rasguños también los podíamos curar en casa ya que él no podía seguir
curándonos sin el permiso y presencia de
nuestros padres………..nos disculpamos diciendo que es que no queríamos que
nuestros padres se enterasen para no preocuparles por nuestras heridas (no
debió de colar esta trola)
Allí se acabó todo ya que
nuestros padres no podían enterarse de nuestras escaramuzas al botiquín militar
y el doctor nos aseguró que no diría nada pero insistió en que si alguien tenía
algún problema de salud acudiéramos con nuestros progenitores.
Jajajaja... qué inocentes que éramos comparando con el proceder de las chicas de hoy. Claro que para esa época también era un gran atrevimiento. Hermoso recuerdo, gracias por compartirlo. besos.
ResponderEliminarHola Charo, mi padre también fue militar y también vivíamos en cuarteles, por eso os imagino haciendo lo que dices y como me he reído jeje, siesque cuando eramos jovencillos nos atrevíamos a todo y si era por un guaperas no se nos ponía nada por delante eh? jeje, que tiempos aquellos mas bonitos, hoy en dia las niñas no hubiesen ido así de inocentes:), gracias por compartir este bonito recuerdo.
ResponderEliminarBesos.
Pues a mi me hubiese encantado una doctora.... Jeje... Muy bueno... Un beso desde Murcia...
ResponderEliminarツ
ResponderEliminarÓtimo fim de semana, amiga!
Beijinhos.
⋰˚هჱ
Cuando comenzamos a envejecer,las vivencias comienzan a florecer
ResponderEliminarQue traviesa mi querida amiga, jajajaja pobre doctor soportando escaramuzas de niñitas ociosas jejejeje bonita anécdota querida amiga.
ResponderEliminarUn abrazo feliz fin de semana.
Muy simpática esta anécdota.
ResponderEliminarUn beso, Charo. Feliz fin de semana.
Tenía que ser guapo el médico. Creo que eso lo hemos hecho más de una.
ResponderEliminarjejej bueno y quien de jovencito o jovencita no ha hacho alguna vez algo de esto? lo que pasa es que este estaba ya resabiado y cortó por lo sano jajajaja
ResponderEliminarUna bonita anecdota.
Besotessssssssssss
¡Charo, que relato tan tierno!
ResponderEliminarMe ha fascinado la inocencia y encanto de las chiquillas :)
Deseo que pases un maravilloso fin de semana, un abrazo
Hermosos recuerdo preciosa. Gracias por compartirlos. Un beso y feliz fin de semana
ResponderEliminarMde ha pasado siendo yo el médico :D
ResponderEliminarBesote guapa
:) Me imagino la escena, que tiempos tan bonitos aquellos...
ResponderEliminarMuchos besos
Charo Un relato muy bonito Saludos
ResponderEliminarEran tiempos distintos, además la juventud de entonces éramos mas ingenuos.
ResponderEliminarLa juventud es bonita en todas las épocas.
Besos Charo.
Hola Charo - te llamas como mi madre, hecho que me ha animado a asomarme a conocerte. He de decir que tienes un blog muy bonito, me parece un buen lugar en el que quedarse, si te parece bien te sigo y te leo. Que tengas un fantástico día, Gema.
ResponderEliminaryu si que me has hecho reir con ponerte bel corazon en un puño de miedo...chica guapa todo no ha de ser amor...besos
ResponderEliminarQué pillinas y pobrecito el médico. Imagino que os reiríais a gusto. Un abrazo!
ResponderEliminarMira que listas, que bien os las buscabais para admirar de cerca al guapo Doctor. Me gustó la anecdota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay que ver amiga, se acabo ir a ver al guaperas del médico, yo que el a sabiendas de lo que hacíais os hubiese asustado con una operación de verruga diciendo que había que amputar el dedo… ya ves lo mala que soy. Muy divertida tu entrada, y tu dibujo. Un abrazo grande amiga.
ResponderEliminarAmiga Charo,celebro te halla gustado mi última fantasia
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
¡¡¡Pobre Hombre!!! Se vería desbordado ante tanta hormona adolescente.
ResponderEliminar¡¡¡Menudas pillinas!!! Es normal. Por mucho que cambien los Tiempos, esa edad es tan especial y llena de encanto y, a la vez, de inocencia.
Encantadora Entrada recordando aquellos Tiempos que no volverán, pero que si hemos vivido y con intensidad.
Abrazos y Besines.
que inocencia , no habia tanta maldad como ahora, y es verdad que quedabamos alumbrada por con hombre guapa, una tierna entrada recordando tiempos maravillosos, un besazo
ResponderEliminar¡Que inocentes picaronas!
ResponderEliminarAl menos que buen doctor, que comprendió vuestra chiquilinada.
Rosa
Jajaja vaya ideas se ocurren a ciertas edades. Y vaya sonrisa al recordarlas pasados los años.
ResponderEliminarBesos
...jejeje! parece que a todas se nos dá por lo mismo. En mi caso me hice adicta al dentista. ..jejeje!.
ResponderEliminarTienes un espacio muy interesante y ameno de acuerdo a las entradas que he leído
Besos hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2015/02/la-chirimoya-un-rico-fruto-que-tambien.html
je je je je muy bueno, je je je. Nosotros haciamos algo parecido con los socorristas de la playa, je je je
ResponderEliminarElñ amor por los libros,és una cultura que se inicia desde muy joven
ResponderEliminar¡Que cosas más lindas e inocentes hacíamos las chicas de antaño!
ResponderEliminarVosotras con el doctor, nosotras, como estábamos con las monjas y nos preparaban sacerdotes para que nos diera las pláticas...un día llegó un cura que dejaba chico "Al pájaro espino", jajaja. Entonces no protestábamos cuando llegaba la hora de la clase. Claro está, todo ello era la mar de inocente.
Bueno, como ya he salido de la bañera, me voy a dormir.
Un beso Charo
Me arrancaste una sonrisa, Charo, y ahora recuerdo que en mi pueblo a las jovencitas del pueblo se les escurrían las babas por el doctor recién graduado... el cuento es que una de mis hermanas se casó con él, son muy felices y tienen tres hermosos hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te agradezco los correos que me envias
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Que lindo y simpatico relato, sensible , y muy tierno.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo muy medicinal.
Jajajaj está bien recordar alguna anécdota de cuando éramos niños o adolescentes, eramos tan inocentes ¿verdad?
ResponderEliminarUn beso.
que gracia ya queriais medico de casa ...guapo .joven y alto jajaja
ResponderEliminargracias por tu visita que es hermosa siempre y muy querida
besitos
Vaya!...que el médico estaba más solicitado que está ahora Pablo Alborán....me imagino que también irían detrás de él las chicas de su edad.
ResponderEliminarBesos
¡Bien guapo tendría que ser el médico para que todas las adolescentes estuvieseis pendientes de él!
ResponderEliminarHay anécdotas que no se olvidarán nunca, seguro que hoy te sonríes al recordarlo.
Te deseo que seas muy feliz en esta semana de la amistad y el amor.
Cariños en el corazón.
Kasioles
Amiga Charo,tu amas a la naturaleza, ello te ayuda para que tu vida transcurra sin muchos sobretaltos
ResponderEliminarHola Charo.
ResponderEliminarVaya aventura la vuestra, además de guapo un hombre de respeto y con sentido común, episodio redondo, las cosas que se hacen cuando uno es joven, que además nos roba una sonrisa cuando las recordamos, feliz día de la amistad y el amor.
Un abrazo.
Ambar
Ohhhh..¡Bendita inocencia! A mi me gustaba un camarero de enfrente d mi casa y me pintaba los labios con el color de una volita de caramelo e iba toda nerviosa a pedirle un vaso de agua, jajaja...
ResponderEliminarTu anécdota es deliciosa!!!
Que traviesa haz sido desde pequeña jeje.
ResponderEliminarAgradezco tu cariño, la verdad me siento muy contenta de volver a leerlas,una encuentra fuerzas en los comentarios, como el tuyo.
Que Dios te bendiga enormemente.
Huyyyy, es que Cupido no deja ni a las niñas en paz, será pijotero, claro que ante un guaperas así como dices, el corazón, debería latir a ritmo de taquicardias... y esto hubiese sido más creible que los arañazos...¡ bendita inocencia!
ResponderEliminarUn abrazote grande con cariño.
Ángeles,
ajajajaja que borde el medico jajajajaja, ya podía haberos dejado que os alegrarais la vista un poco más jajajaja. Un besazo.
ResponderEliminarjajaja criaturas, cuanta inocencia.
ResponderEliminarBesos