domingo, 19 de enero de 2025

REPARTO DE CAMELLOS

MONTAJE HECHO CON IMÁGENES DE INTERNET

Un hombre que tenía 17 camellos y 3 hijos, murió. Cuando el testamento fue leído, decía que la mitad de los camellos serían para el hijo mayor, un tercio para el segundo, y un noveno para el tercero.

¿Qué hacer? Eran diecisiete camellos; ¿cómo dar la mitad al hermano mayor? ¿Uno de los animales
debería ser cortado por la mitad? Eso no resolvería nada, porque un tercio sería dado al segundo hijo. Y la novena parte al tercero.

Los hijos corrieron a buscar al hombre más erudito de la ciudad; un estudioso, un matemático que razonó mucho pero no consiguió encontrar la solución, aunque era un buen matemático.

Entonces alguien sugirió: "Es mejor buscar a alguien que sepa de camellos, no de matemáticas".

y así dieron con el filósofo de la ciudad, hombre inculto pero sabio y con mucha experiencia, y le contaron el problema.

El filósofo se rio y dijo: La solución es muy simple; no se preocupen.

Casualmente alguien le había regalado un camello al filósofo y éste les dijo: Les presto este camello para hacer las cuentas. Ahora son 18 camellos.

Y procedió a hacer la división.

Nueve fueron dados al primer hijo, que quedó satisfecho.

Al segundo le tocó la tercera parte, seis camellos.

Y al tercer hijo le fueron dados dos camellos, la novena parte.

 Sobró un camello: el que fue prestado.

El filósofo tomó su camello y dijo: Ya está cumplido el testamento; pueden irse.

Esta historia fue adaptada del libro "Palabras de fuego", de Rajneesh, y sirve para ilustrar la diferencia entre la sabiduría y la erudición. 

El autor concluye diciendo: "La sabiduría es práctica, lo que no sucede con la erudición. 

La cultura es abstracta, la sabiduría es terrenal; la erudición son palabras, y la sabiduría es experiencia".



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