EXCURSIÓN A LAS CUEVAS DE LOS PALOMARES EN NALDA

Maravillosa excursión al  pueblo de Nalda  (La Rioja)  muy cerca de mi pueblo y cuyo objetivo era conocer las cuevas de Los Palomares.

Los Palomares de Nalda son un conjunto rupestre formado por cuevas excavadas en la roca dando lugar a pasillos y estancias dispuestas a lo largo de un acantilado.

 Hay que estar en forma pues hay que subir unas cuantas cuestas durante un buen trecho por monte hasta llegar a las cuevas, yo estaba algo desentrenada pero la bajada lo compensa. Para que se me hiciera más leve la subida  pensaba en la satisfacción de la bajada del regreso.

 Cuando llegas debajo de las cuevas hay que subir por un camino bastante estrecho y resbaladizo hasta llegar a la que a mi parecer era la primera   de las puertas de entrada pues es lo que parecía en la distancia, tengo que decir que a un lado del estrecho camino hay una altura considerable por la que te puedes caer y hacerte mucho daño ya que no hay ninguna protección.

Mi sorpresa y decepción fue mayúscula cuando al llegar  a esa supuesta primera puerta con bastante dificultad, ya que no había donde agarrarse y el terreno resbalaba, resultó ser una especie de agujero grande pero cerrado y había que seguir subiendo por ese estrecho camino hasta la puerta de verdad.

Me rendí pues empecé a sentir los efectos del vértigo que tengo por la altura y temía que fuera a mayores ya que cómo he dicho no tenía donde agarrarme y podía caer por la pendiente.  Intenté darme la vuelta para bajar pero me resbalaba de tal modo que me senté en el suelo y así sentada bajé   hasta el camino más ancho donde ya me levanté y esperé a mi hija y nieta que más valientes que yo lograron entrar y verla por dentro. A partir de ahí todo fue sencillo pues se me dan muy bien las bajadas de monte y lo disfruté mucho.

Tengo que decir que a mi parecer no las tienen preparadas cómo para hacer turismo pues podrían poner una barandilla en el camino tan estrecho para facilitar la subida a la entrada y así evitar posibles accidentes , de haber habido donde sujetarme  yo desde luego que llego hasta arriba pues me sentí frustrada por no conseguirlo.

Tras esta pequeña odisea nos fuimos a recorrer el pueblo y pasear por sus calles.