MIS ANÉCDOTAS EL LUJO DE SER VAGA

 

 Tendría yo unos  9 años y estaba pasando unas vacaciones en casa de una tía. Un día mientras ella fregaba los platos (en esa época no había lavavajillas) me pidió que le ayudara a secarlos y yo me senté en una silla de la cocina para secarlos,  este acto "escandalizó" de tal forma a mi querida tía que se volvió hacia mí y me dijo muy enojada: ¡¡parece que has nacido sentada!! …....me levanté tan de repente que pareció  me hubieran puesto un muelle en mis "sentaderas". Esta frase hizo mella en mí y jamás volví a sentarme al secar los cacharros.

  

 Las circunstancias de la vida no me han dejado ser perezosa y tampoco tuve tiempo para serlo ya que el hecho de hacer el vago requiere un tiempo libre y yo no disponía de ese preciado metal precioso con el que se le califica……..”EL TIEMPO ES ORO APROVÉCHALO” dice el refrán y  siempre lo tuve que  aprovechar.

Ahora que estoy jubilada y no tengo apenas responsabilidades me permito el  lujo de ser vaga, pero vaga total, cuando yo quiero y no veáis  lo que lo disfruto.....claro que esta vagancia  a grandes dosis cansa y aburre mucho así que lo hago en pequeñas dosis y de vez en cuando por aquello de que lo bueno si es breve es doble bueno.