EL ASNO Y EL COCHINO
Enviando la suerte del cochino,
un asno maldecía su destino.
yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja;
a mí me dan de palos cada día,
a él le rascan y halagan a porfía.
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos.
Enviando la suerte del cochino,
un asno maldecía su destino.
yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja;
a mí me dan de palos cada día,
a él le rascan y halagan a porfía.
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos.
FABULA DE SAMANIEGO
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Siempre me han encantado las Fabulas,recuerdo un libro que mi padre me regaló, se llamaba Fabulas de Esopo. De no haberlo prestado aun lo tendría. No me lo devolvieron. Siempre me acuerdo de el cuando leo una Fabula.
ResponderEliminarUn beso.
Envidiamos lo que no tenemos sin darnos cuenta de que muchos están peor que nosotros; Y si no lo están ya llegará el matarife en su debido momento.
ResponderEliminaresta linda la fábula,
ResponderEliminarsaludos.
Aburre!!!!!! Buhhhhhhhh
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